Una tarde juntos (Godric)

Estaba en el despacho, habia terminado la clase de Tranformaciones y no tenia nada mas en toda la tarde. Me deje caer en la butaca, mire mi despacho lleno de papeles pero siempre en su sitio predilecto estaba la foto. En aquella foto salian Godric y en sus brazos una sonriente Alexia. Los mire sonriendo, ellos eran la luz de mi vida. Nunca pense que llegaria a estar con Godric pero mi sueño se habia hecho realidad, nos habiamos casado, habiamos tenido una hija, trabajabamos juntos y yo no podia ser mas feliz. Ademas con mi hermana Valentina estaba muy contenta ya era una maga adulta. Cerre los ojos apoyando mi cabeza en el respaldo de la silla, oi como se abria la puerta pero no los abri.

Porfín tenía un poco de tranquilidad, despues de todo ultimamente no paraba de tener piques con Salazar y Rowena pero todo estaba solucionado, al menos por ahora, asi que decidi tomarme la tarde libre para estar con mi bella esposa, asi que sali de mi despacho y fui directo hasta el despacho de mi esposa, en llegar llame a la puerta y mientras la abría decia con una voz, natural e dulce:

- Buenas tardes, ¿se puede?

Mientras pasaba por la entrada miraba a mi esposa estaba bellisima y radiante, ella era una de las joyas de ese lugar, y una parte fundamental de mí. Sonreí timidamente y cuando estube en el interior de ese despacho, bromee en decirle:

- Un Despacho muy bonito, Profesora Gryffindor.

Abri los ojos al oir la voz de mi marido, sabia que tenia peleas con salazar y Rowena pero sabia que yo siempre le apoyaria a él. No sabia que haria sin
él, no podia vivir si no era con Godric a mi lado. Sonrei cuando le escuche y me levante de la butaca para acercarme a él. Cuando estuve junto a él rodee su cuello con mis brazos, lo amaba tanto.

-Muchas gracias profesor Gryffindor, el mejor hombre del castillo me ayudo a decorarlo.

Tanto su despacho como el mio lo habiamos decorado entre los dos, el mio como buena jefa de Gryffindor que era era todo con color rojo de diferentes tonalidades y con el escudo del leon el animal que mejor nos identificaba a los Gryffindor.

Abrace a mi esposa por la cintura cuando ella me rodeo mi cuello con sus brazos, acerque mis labios lentamente a los suyos, para besarle con pasión, era lo mas importante para mí, tanto mi esposa Gabriella como mi hija Alexia eran mis tesoros aparte de ese colegío que tanto esfuerzo nos ha llevado a levantar junto mis amigos, Salazar, Rowena y Helga.

Sin separarme de ella la mire a los ojos y le dedique una de mis mejores sonrisas, para despues contestarle:

- Creo que el mejor hombre del castillo, tiene mucho estilo. - Hable en un tono dulce y agudo.

Mientras esperaba su contestación me perdí en su mirada.

Sus brazos me abrazaron por la cintura, sus labios y los mios se juntaron y nos besemos con pasion. Cuanto lo amaba, daria mi vida por el si fuese necesario. Por el y por nuestra hija Alexia, ellos eran los tesoros de mi vida. Sabia que el nos amaba a mi y a Alexia por encima de todo y que aquel castillo donde viviamos era otro de sus tesoros. Admiraba lo que habian hecho él, Rowena, Helga y Salazar. Sonrei ante su comentario, le mire a los ojos perdiendome en ellos para despues volver a la realidad.

-Ya lo creo que lo tiene, ademas es el hombre mas hermoso del castillo y al que amare para siempre.

Dije con mi eterna sonrisa en mis labios y acariciandole su largo cabello rizado con una de mis manos.

Ella era una de las joyas de ese lugar, sin dura su belleza era enviadia para muchas mujeres aunque habían damas que la rivalizaban, no obstante yo elegí a ella, y no me arrpentia de mi eleccion, asi que estaba satisfecho, escuche sus palabras y sonreí tenía razon, yo era el hombre mas guapo del castillo, y al que ella amaba,y ella era era una de las mas guapas ya que tenia una fuerte rival y esa era nuestra preciosa hija, y las dos eran lo mas bello del castillo para mi, ellas dos eran mi presente y mi futuro, aunque mi pasado no era muy claro, lo unico que importaba era lo de ese momento y ahora solo eran: Gabriella y Alexia.

- Te quiero. - Le dije con dulzura mientras le besaba de nuevo en los labios.

Escuche sus palabras sonriendo, el era el hombre que habia amado toda mi vida. Él era mi pasado, mi presente y mi futuro. Mis brazos en su cuello apretaron mas acercando mas nuestros cuerpos, sus labios se unieron de nuevo a los mios. Cerre los ojos besandole, sintiendo sus labios contra los mios no habia otra personas que yo amara mas en el mundo ademas de mi hija y Godric. Cuando yo habia entrado en el castillo como su mujer y como profesora de Transformaciones el me habia cedido el puesto de jefa de Gryffindor. Habiamos hecho tantas cosas el uno por el otro que eran incontables pero eso nos habia unido aun mas si alguna vez le pasara algo y tuviera que dar mi vida por salvarle lo haria sin pensarmelo dos veces. El era mi razon de vivir al igual que nuestra hija Alexia.
Nuestros labios no se separaban, tanto su despacho, como el mio en donde estabamos, como nuestro dormitorio habian sido testigos del inmenso amor que profesabamos el uno por el otro. Al final, nuestros labios se separaron y lo mire a los ojos con nuestras frentes apoyadas la una en la otra.

-Te amo, no me dejes nunca.

Dije casi en un susurro, era la verdad no podria soportar que me dejara. Si alguna vez lo perdia me hundiria sin remedio en la mas oscura de las oscuridades. No podia vivir sin el y sin Alexia.